Quieres que te cuenta un secreto?

viernes, 24 de junio de 2011

Psicomarihuanero express

Mi novio y yo habíamos en otra cuando nos botaron del metropolitano en pleno centro de Lima. Eran las once de la noche y ninguno estaba en condiciones de responder por sus sentidos. Nos habían cerrado la estación del metropolitano y ahora parábamos un taxi X. Eran las once y veiamos como las calles se iban quedando poco a poco sin gente y se llenaban de individuos misteriosos y sombríos.
El taxista no tenía buena pinta, yo de hecho lo hubiera descartado por el arete y el corte de pelo, pero por confiar en el juicio de mi novio dejé que  fuera él quien realizara la negociación.
Cuando mi novio aceptó la carrera de san martin a mi casa yo no podía creerlo. Entré al carro despues de él  y me senté con desconfianza. Me quedé mirando por la ventana el camino, muerta de miedo porque no sabía que ruta iba a usar para ir a la molina. empecé a lamentarme haberme quedado hasta tan tarde en el centro, haberme olvidado de la hora, haber dejado que Mauricio tome el taxi...
De pronto Mauricio comenzó a hablarle, no sé que quería probar pero comenzó a hablarle en jergas y cosas y yo ya no entendía nada. Lo miré de frente a los ojos y el me guiñó con complicidad para que le siguiera la corriente... Yo no lo hice... estaba demasiado asustada cuando comenzaron a hablar de marihuana en clave y de lo poco que yo entendia el taxista iba a "vendernos" hierba. No sabia ni por donde nos llevaba cuando de pronto sugirio ir a un lugar mas tranquilo para vendernos. "Donde él tenia el contacto"
Yo estaba en histeria. Me tomé mi botella de agua en un segundo y le pedí a Mau que se callara que tenia miedo. Que nos bajáramos de ese taxi. No entendia por que estaba haciendome esto. Torturandome de esa manera. Nos pregunto si éramos de aquí y el dijo que no... Yo pensé ahora si nos violan.
Ya me veia sin organos cuando le dije al brother "yo si soy de aca". Mi novio me miró extraño porque no habia dicho ni una palabra antes y se sorprendió de que le arruinara el plan con el taxista.
Para mi sorpresa el taxista no reaccionó mal. Por el contrario volteó a verme y me sonrió "Yo tambien dijo" y se rió de mi cara de molesta. Yo no entendí. Mauricio se encogió de hombros y el taxista siguó hablando.
La verdad era un tipo muy agradable y nos contó que tenia familia y una hija chiquita. Que la adoraba y quería darle todo lo mejor. Me contó que siempre quiso ser psicólogo. Pero que el negocio de taxista le habia llegado como una oportunidad cuando él estaba en serios problemas económicos y que le había llegado a coger mucho cariño. Porque como nos dijo "Los taxistas vemos de todo" y además "saben mucho". Le gustaba mucho conversar con la gente que subía a su taxi porque eso le ayudaba a pasar los días más rápido y lo hacía sentir como un buen amigo cuando por ahi se soltaba uno de sus consejos. Sentñia que así ayudaba a la gente y que cumplía de alguna manera su tarea psicológica.
Nos habló del plan que tienen dios para cada uno de nosotros y de la importancia de hacer el bien a los demás sin mirar a quién. Sin juzgar las apariencias.
Fue un lindo viaje hasta mi casa. Me sentí horrible por haber juzgado a Carlitos, el taxista psicológico, de esa manera.
Tubimos mucha suerte esa noche, eso no lo niego. Pero también es cierto que me hubiera quedado en el susto de mi vida si nunca me hubiera tomado la molestia de conocer un poco mas sobre el taxista. Marihuanero pero bueno. =) ¿Quién lo diría?

No hay comentarios:

Publicar un comentario